Un total de 480 silleteros entre adultos, jóvenes y niños, desfilaron por las calles de Medellín.
El Desfile de Silleteros, en su estreno como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, eligió a los ganadores en las categorías de Silleta emblemática, monumental y tradicional.
“El corazón de nuestra feria este año serán los silleteros”, expresó Natalia Martínez en días previos a la inauguración de la Feria de las Flores. Sin duda, esa afirmación vaticinó lo que sería un espectáculo hermoso y sin precedentes, que tuvo lugar en la tarde de este domingo 9 de agosto y que dio fin a la Feria de las Flores en este 2015.
Natalia Grajales, la silletera ganadora en la categoría de Silleta monumental, expresó que la diseñó con el fin de «mostrarle al país porqué nos declararon Patrimonio Cultural de la Nación», y señaló que utilizó una variedad de más de diez flores. «Me inspiré en mostrarle un pedacito de Santa Elena y de Medellín a toda Colombia», finalizó.
Por su parte, Fabián Atehortúa, ganador con su Silleta emblemática, aseguró que su diseño es un llamado al cuidado del planeta. «Enfoqué el mensaje de mi silleta a la protección del medio ambiente, en especial, al cuidado del agua. Se está descuidando la protección del agua con la quema de los bosques, por arrojar basuras al río; desde donde nosotros vivimos se visibiliza mucho esa problemática: no se está cuidando el agua desde su fuente», expresó.
Finalmente, el ganador absoluto del Desfile y de la categoría de Silleta tradicional, fue Carlos Alberto Grisales. «Todas las flores que utilicé son de mi jardín, cultivadas con mi esposa, mis hijos y mi madre. Utilicé una gran variedad de flores: Begonias, Dalias, Estrellas de Belén, Pensamientos, Pascuitas; estoy tan emocionado que no sé qué más decirles, salvo que lo hice con todo mi amor», dijo Grisales, quien ya en el 2008 había sido ganador del Desfile.
Precisamente, Carlos Grisales destacó cuál es la esencia de los silleteros, de su cultura y su tradición. «Mis abuelos me dejaron este legado, luego siguió mi padre, ahora yo y ya mi hijo empezó», dijo el ganador, lo que garantiza que esta hermosa tradición, catalogada como Patrimonio Cultural de Colombia, seguirá siendo un legado y una herencia de Santa Elena y Medellín para el mundo entero.
