Después de concluir que los traumas que presentaba el cuerpo de Miguel Ángel no explicaban su causa y manera de muerte, Medicina Legal profundizó en estudios que revelaron una verdad aún más dolorosa.
El pasado viernes Medellín se indignó con la muerte de Miguel Ángel, el bebé de dos años que habría fallecido por una fuerte golpiza, pero a esa versión se le suma que el menor de edad también sufrió abuso sexual y la causa del deceso fue una asfixia por sofocación.
“Se han culminado la necropsia y los estudios que hicieron parte de ella con los siguientes resultados: La causa de la muerte obedece a una asfixia por sofocación, la manera de la muerte es violenta tipo homicidio, se hallaron signos de maltrato infantil agudo y además signos de violencia sexual sobre el menor”, indicó el director del Instituto de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés.
Inicialmente desde el Instituto de Medicina Legal se había indicado que los traumas que presentaba el cuerpo del bebé, de tipo contundente y corto contundente en el cráneo, el cuello y la mandíbula, no explicaban la causa y manera del deceso, por lo que realizaron estudios más profundo de histopatología.
Los estudios macroscópicamente no revelaban signos de abuso, pero los microscópicos mostraron que sí hubo abuso sexual al menor y que la sofocación consistió en que le fueron obstruidas sus vías aéreas, boca y nariz. Además, el maltrato agudo físico al que fue sometido, cuando estaba a cargo de su madre biológica y padrastro, no tenían más de 24 horas.
Los presuntos responsables de los hechos se encuentran con medida de aseguramiento preventiva mientras un juez determina la culpabilidad.
Además, el Director de Medicina Legal alertó sobre un aumento de violencia hacia los niños, pues en lo corrido de este año se han presentado 32 casos en menores, de los cuales nueve fueron cometidos por las madres, seis por los padrastro, cuatro por los padres, tres por hermanos, tres por primos y tres por otros familiares.