Según información de Corantioquia, en el Alto de San Miguel hay 53 de las 490 especies de mamíferos que habitan en el país, más de 162 especies de aves y más de 130 especies de mariposas.
Con la firma del compromiso para cuidar el patrimonio ambiental, en este caso, el Alto de San Miguel, nacimiento del río Medellín-Aburrá, funcionarios de Corantioquia, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y las alcaldías de Caldas y Medellín sensibilizaron a los visitantes sobre la importancia de conservar este sitio.
De acuerdo con información de la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia-Corantioquia, este puente festivo es el que aglomera la mayor cantidad de visitantes que llegan a San Miguel en el año.
“Nos unimos con el Municipio de Caldas y el Área Metropolitana, para informar a todos los visitantes de los compromisos que como instituciones y personas podemos adquirir para la conservación de este ecosistema, y además fortalecer el proceso de declaratoria en el que Corantioquia ha venido avanzando hace varios meses”, informó la entidad a través de un comunicado.
Con el propósito de atender la llegada de los visitantes y sensibilizarlos, el Área Metropolitana dispuso sus unidades ambientales y de esterilización, además se programaron capacitaciones sobre el manejo de residuos sólidos en conjunto con las demás entidades.
El Alto de San Miguel, ubicado en el municipio de Caldas, alberga bosques propios de alta y media montaña, bosques de neblina y especies de árboles en peligro como el roble de tierra fría. También cuenta con gran variedad de musgos, líquenes, bromelias, helechos y orquídeas.
Declaratoria
A la declaratoria del Concejo de Caldas en 2001 del Alto de San Miguel como Refugio de Vida Silvestre y Parque Ecológico Recreativo, se le quiere sumar que sea área protegida, a través de la figura de Distrito de Manejo Integrado, proceso que viene adelantando Corantioquia desde hace algunos años.
“Un Distrito de Manejo Integrado es una figura de protección que posibilita conservar zonas de alta importancia ecológica, restringir usos del uso que degeneren la calidad del mismo, y a la vez permite que se lleven a cabo actividades de desarrollo sostenible, turismo ecológico, entre otros”, explicaron voceros de la Corporación.
Además, según información de las autoridades ambientales, el Alto de San Miguel presta servicios ecosistémicos para el Valle de Aburrá como la regulación hídrica, la depuración del aire, la oferta paisajes y escenarios para la recreación pasiva, la educación ambiental y la investigación.
Las autoridades firmaron el compromiso por la conservación de esta zona el domingo 10 de enero de 2016.
Además, voceros del Área Metropolitana recordaron las acciones que están prohibidas en el nacimiento del río Medellín-Aburrá, entre las que se destacan la tala de bosques nativos, fogatas en sitios diferentes a los establecidos en las áreas de camping, las quemas de vegetación, la extracción de material de playa, el ingreso de vehículos y equipos de sonido y la extracción y venta de especies de fauna y flora.
