Entre las especies de fauna traficadas se destacaban las tortugas hicoteas y los cangrejos azules.
Con cerca de 500 animales y 160 incautaciones de flora se culminó la estrategia ambiental de las autoridades durante la Semana Santa, época donde se incrementa notablemente el tráfico de los recursos naturales del Departamento.
El Comité Interinstitucional de Flora y Fauna de Antioquia – CIFFA entregó un positivo balance ambiental que arrojaron las operaciones de las diferentes autoridades, para preservar el medio ambiente durante la Semana Mayor.
La estrategia denominada Mi Compromiso Natural se agolpó en los ejes viales de Antioquia y puntos estratégicos para adelantar campañas de sensibilización sobre el daño irreversible que sufre la naturaleza al extraer especies protegidas.
Durante la Semana Santa se pusieron a disposición 160 puestos de control por parte de la Policía de Antioquia, que dejó como resultado la inspección de 2.935 vehículos entre ellos transporte público y particular con un total de 24.037 viajeros sensibilizados.
Asimismo, en puntos como terminales de transporte con mayor movimiento, plazas de mercado, iglesias, instituciones educativas, se logró sensibilizar a 30.000 personas entre ellos 305 policías. Además a través de 25 programas de medios de comunicación y a través de redes sociales, se logró llevar el mensaje para decirle no al tráfico de flora y fauna silvestre.
Dentro de los resultados operativos contra el tráfico de especies silvestres, las autoridades realizaron 160 incautaciones de flora, entre ellos Cedros, Ceibas, Robles, Ramos de Palma Táparo, Palmicho entre otras.
Además de 49 acciones por la fauna, logrando recuperar alrededor de 500 individuos entre ellos Tortuga Palmera, Tortugas Hicoteas, Pericos Reales, Cangrejo Azul, entre otros.
El Ciffa también resaltó las labores de la Arquidiócesis de Medellín, que entregó 20.000 plántulas ornamentales a los feligreses donadas por el Área Metropolitana, en diferentes parroquias del Departamento.
De esta manera Mi Compromiso Natural dejó huella entre los actores viales y turistas para que sus actividades religiosas no estuvieran “manchadas” con el dolor e infortunio que ocasiona el tráfico de flora y fauna en Antioquia.
