Con un aproximado del 87% de escrutinio en las elecciones generales celebradas en Grecia el domingo 25 de enero, los ciudadanos respaldaron la candidatura del líder opositor del gobierno actual, Alexis Tsipras.
«Los griegos han elegido claramente romper con la autoridad impuesta bajo el dictado de la troika y piden un nuevo gobierno que desarrolle políticas justas con más elementos sociales» indicó el líder de izquierda.
La victoria de Syriza, representa el deseo de cambio de los griegos quienes están atravesando por una fuerte crisis económica y social. Su descontento con la actual forma de gobierno se vio reflejado en el aumento de votantes, cerca de un 63 % superior al anterior.
Las grandes derrotas de la jornada estuvieron representadas en el partido conservador Nueva Democracia, del que hace parte el Primer Ministro en funciones, Adonis Samarás y los neonazis de Aurora Dorado, estos últimos, con evidentes y abiertas tendencias antisistemas y varios de sus líderes tras las rejas.
El triunfo de la izquierda en Grecia, ha suscitado regocijo en varios de los partidos socialistas de los países europeos. «Llevamos 3 años denunciando el austericidio de la UE y proponiendo una alternativa económica para Europa, incluidas España y Grecia. Esperamos que Syriza abra un cauce de diálogo para acabar con la austeridad en la UE», anunció en la redes sociales el Partido Socialista Español-Psoe.
Por su parte, Jens Weidman, presidente del Banco Central Alemán, expresó: «Está claro que Grecia no puede todavía prescindir del apoyo de un programa de ayuda. Y, naturalmente, un programa de ese tipo solo puede darse cuando se cumplen los acuerdos».