“Es verdad que hay casos en los cuales la separación es inevitable. A veces puede volverse incluso moralmente necesaria…».
El papa Francisco dedicó su parlamento en la Audiencia General de este miércoles 24 de junio a reflexionar sobre las heridas en la familia y su impacto en sus miembros. En la parte final de la alocución, el máximo jerarca de la iglesia Católica se refirió a los casos en los que las separaciones pueden ser “inevitables”.
El Santo Padre dijo que “cuando el hombre y la mujer se transformaron en una sola carne, todas las heridas y todos los abandonos del papá y de la mamá inciden en la carne viva de los hijos”.
Igualmente, afirmó que “es verdad que hay casos en los cuales la separación es inevitable. A veces puede volverse incluso moralmente necesaria, cuando precisamente se trata de sustraer al cónyuge más débil o a los hijos pequeños, a las heridas más graves causadas por la prepotencia y por la violencia, por el desaliento y por la explotación, por la ajenidad y la indiferencia”.
El Papa dijo luego que “a nuestro alrededor encontramos diversas familias en situaciones así llamadas irregulares – no me gusta esta palabra – y nos hacemos tantas preguntas. ¿Cómo ayudarlas? ¿Cómo acompañarlas? ¿Cómo acompañarlas para que los niños no se vuelvan rehenes del papá o de la mamá?”.
Este mensaje del Papa llega luego de que el Vaticano presentara un documento que guiará en octubre el sínodo mundial de obispos, en el que la temática principal estará dedicada a la familia y en el que se propone «acompañar a los divorciados y a las familias con hijos gais».