Lesbos se ha convertido en el lugar de refugio de las poblaciones civiles que huyen de las guerras de países como Siria, Irak y Afganistán.
Una fugaz visita realizó el Papa este sábado, 16 de abril, a la isla griega de Lesbos para dar un mensaje de esperanza a los refugiados de guerra y, además, acogió a tres familias sirias que se llevó para el Vaticano al final de su encuentro.
Durante la visita de cinco horas, el Papa les comunicó a los refugiados que “no están solos, nunca pierdan esperanza. Hoy he venido para estar con ustedes y escuchar sus historias”; además, durante la visita, Francisco pidió a la comunidad universal prestar atención a la crisis humanitaria presente en este lugar y “rezar por que se resuelva«.
Los refugiados manifestaron al Papa durante la visita la desesperación e incertidumbre de su futuro, algunos de ellos lloraron, se arrodillaron a sus pies y una niña le regaló un dibujo en sinónimo de agradecimiento. El Sumo Pontífice guardó éste para llevarlo al Vaticano.
En su regreso, el Papa se llevó en su avión privado a 12 refugiados sirios, pertenecientes a tres familias del oriente próximo, seis de ellos menores de edad, con los cuales se hará la organización cristiana de San Egidio.
Se ha denunciado por los refugiados de esta isla que no se les está cumpliendo con las garantías legales básicas, como abogados de manera gratuita, no cuentan con un traductor, han sido obligados a firmar documentos (en griego) cuyo significado es desconocido para ellos; además, escasean recursos como el agua potable, comida y camas.
Muchos analistas y coordinadores de organizaciones han tomado esta visita como algo positivo porque hace que se preste atención a la situación que viven los refugiados en esta isla griega, aunque han expresado que a pesar de este suceso, todo seguirá de igual forma en Lesbos.