Además de 80 muertos, el atentado en Kabul dejó más de 200 heridos.
Al menos 80 personas murieron en un atentado terrorista que ocurrió en la mañana de este sábado 23 de julio, en Kabul, Afganistán, según lo confirmó el Ministerio de Sanidad de ese país. El Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad de este hecho que, al parecer, fue en contra de una manifestación de la minoría hazara en la ciudad.
Según lo aseguró la agencia de noticias Amaq, vinculada al EI, dos milicianos de la organización terrorista detonaron dos cinturones explosivos en el lugar de reunión de la comunidad hazara en la capital afgana.
“Dos combatientes del EI detonaron cinturones con explosivos entre una concentración de chiíes en la zona de Dehmazang en Kabul”, escribió el grupo yihadista en un comunicado oficial.
Por su parte, el portavoz de los talibanes, Zabaiullah Mujahid, declaró en su cuenta de Twitter que este grupo no está asociado con los ataques en Kabul, al tiempo que rechazó “cualquier ataque que cause división”.
El hecho, que ocurrió a las 14:30, hora afgana, ha dejado hasta el momento un saldo de 80 personas muertas y más de 200 heridos, según información oficial.
El atentado se dio mientras ocurría una protesta de la minoría hazara, de la rama islámica chií, quienes protestaban por un proyecto eléctrico del Gobierno que no incluiría a una provincia en la que radica gran parte de esta minoría.
El presidente de Afganistán, Ashraf Gani, declaró en un comunicado que entre los muertos y heridos hay miembros de las fuerzas de seguridad y defensa.
“Celebrar protestas es el derecho de cada ciudadano de Afganistán y el Gobierno pone todos sus esfuerzos en proporcionar la seguridad, pero los terroristas entraron entre los manifestantes y llevaron a acabo las explosiones”, aseguró el mandatario afgano.
Entidades como Amnistía Internacional condenaron esta acción que afectó en su mayoría a los chiíes, que representan tan sólo un 9% de la población afgana.
