La oferta para construir el muro de Donald Trump por parte de la compañía de cemento, ha generado un sinfín de críticas por parte de los mexicanos.
La constructora mexicana Cementos Chihuahua se apuntó para la construcción del muro que propuso en campaña Donald Trump, con el que busca impedir el ingreso de migrantes ilegales provenientes de México y Centroamérica al país de las barras y las estrellas.
En una entrevista para la televisión, Enrique Escalante, directivo de la compañía, comentó que la compañía, que tiene una alianza comercial y empresarial con la gigante cementera Cemex, podría suministrar concreto y demás materiales para el muro que planea construir el presidente electo de Estados Unidos.
«No podemos ser selectivos (…) Somos un productor importante en esa zona y tenemos que respetar a nuestros clientes en ambos lados de la frontera», dijo el ejecutivo de la empresa, cuya sede principal está ubicada en el estado de Chihuahua, en la frontera con Estados Unidos.
La firma mexicana, además, podría verse beneficiada por otros proyectos propuestos por el magnate neoyorquino, como los megaproyectos energéticos en el mercado norteamericano, donde la compañía tiene tres plantas que representan el 70 % de sus ventas totales.
«Para el negocio en el que nosotros estamos, Trump es un candidato que favorece bastante la industria», indicó el ejecutivo mexicano.
Además, el polémico empresario señaló que la caída del peso mexicano tras la victoria de Trump en las elecciones pasadas beneficiará a las grandes compañías como la que él dirige, que posee un 30 % de sus ventas en México.
Cabe recordar que el plan de Trump desde su campaña electoral era construir un muro en toda la frontera mexico-estadounidense y costearla con las remesas de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos o, como propuso con posterioridad, con recursos provenientes de México.
«Vamos a levantar ese muro y México aún no lo sabe, pero lo va a pagar«, dijo Trump en una visita que realizó a Enrique Peña Nieto, presidente mexicano, en meses pasados.
No obstante, el ahora mandatario de Estados Unidos indicó que en algunos tramos de la frontera se podría implementar simplemente una valla que impida el paso indiscriminado de personas entre México y su país.