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Los ataques por parte de los insurgentes talibanes duraron varias horas, y hacen parte de una ofensiva contra «países invasores» que interfieren en la política afgana.
Cinco personas murieron y más de un centenar resultaron heridas luego de que insurgentes talibanes detonaran un camión bomba y asaltaran el consulado de Alemania en Mazar-e-Sharif, al norte de Afganistán.
De acuerdo con Munir Ahmad Farhad, portavoz del gobernador de la provincia de Balkh, donde ocurrieron los hechos, el ataque comenzó en la noche del pasado jueves y duró varias horas, hasta que los rebeldes «despejaron la zona».
Al parecer, los insurgentes detonaron el vehículo y, minutos después, varios de ellos intentaron tomar el edificio, lo que redundó en un intercambio de disparos en el que algunos de los rebeldes resultaron muertos y uno más fue capturado.
Asimismo, cinco civiles murieron y decenas quedaron heridos. Por su parte, el portavoz no detalló si había o no «víctimas dentro del consultado», pues el ejército afgano no entró al edificio.
Por otra parte, Zabihullah Mujahid, portavoz de los talibanes, anunció que el ataque es una respuesta vengativa a los bombardeos que «países invasores» han realizado en Kunduz, donde varios civiles murieron, a la vez que acusó a Alemania de estar detrás de «todos los crímenes» en esa zona, lo que explica porqué el ataque al consulado.
Cabe señalar que al menos 32 civiles murieron la semana pasada luego de que las fuerzas armadas de Afganistán, con apoyo de Estados Unidos, lanzaran una ofensiva contra las fuerzas talibanes en Kunduz.
Solo en las últimas semanas, ha habido combates en por lo menos cinco capitales de provincia entre el Gobierno afgano y los talibanes.
Actualmente, la OTAN mantiene 12 mil efectivos en el país para apoyar al Ejecutivo de Afganistán, en tanto que Estados Unidos mantiene 9.800 soldados.
