El incendio ha avanzado con el pasar de las horas, por lo que se espera que el número de víctimas y daños materiales aumente considerablemente.
En lo que se considera como su peor tragedia natural en tiempos modernos, Portugal ha sufrido en las últimas horas un incendio forestal que, hasta el momento, deja por lo menos 62 personas muertas y más de una cincuentena de heridos.
Al parecer, el origen de las llamas se dio en la localidad de Pedrogao Grande, en Coimbra, en la región de Leira, y ha sido preciso el trabajo de por lo menos 900 bomberos y más de 300 vehículos, que luchan día y noche contra las llamas, que se han propagado por varios lugares con prontitud.
Esta es, sin duda, la peor tragedia que hemos conocido en estos últimos años en términos de los incendios forestales», declaró el primer ministro portugués, Antonio Costa, desde Lisboa.
Por su parte, Jorge Gomes, secretario de Estado del Interior de Portugal, señaló que entre las víctimas fatales hay por lo menos ocho bomberos que fallecieron al intentar sofocar las llamas. «El fuego sigue avanzando en cuatro frentes, dos de ellos de una gran violencia», explicó.
Otro grueso de las víctimas fueron civiles que transitaban en una vía cercana al lugar donde más rápido se propagó el fuego y quienes fallecieron, muchos, al interior de sus coches. «Es difícil decir si estaban huyendo del fuego o fueron sorprendidos por él», dijo Gomes.
Al parecer, la causa del incendio fue la descarga eléctrica de un rayo, la cual alcanzó un árbol de la zona forestal y generó el siniestro.
Y resulta que, en general, el país luso ha sufrido últimamente elevadas temperaturas, algunas por encima de los 40 grados centígrados, lo cual favoreció a que las llamas se extiendan. Además de esta gran conflagración, se han registrado al menos unas 60 más por todo el territorio, los cuales obligaron a la movilización de por lo menos 1.800 rescatistas.
