HBO lanzó la cuarta temporada de Masters of Sex, que contará con 12 capítulos emitidos cada viernes a las 8:00 p.m. HB le concedió una entrevista exclusiva a El Palpitar con Lizzy Caplan.
William Masters y Virginia Johnson, esa pareja que ha seducido la atención de los estadounidenses y los latinos, tienen una nueva oportunidad en la pantalla chica para revelar esos misterios de la sexualidad en la época de los 60s y70s, pues HBO empezó a emitir la cuarta temporada de Masters of Sex.
En los 12 nuevos capítulos que verán los amantes de Masters of Sex, el personaje de Virginia Johnson, interpretado por la actriz Lizzy Caplan, se verá diferente. A medida que pasan los años en la década de los 60s, el mundo empieza a entender la sexualidad de forma más abierta y con cierto modo de promiscuidad, mientras que ella, que desde los 50s fue moderna en ese aspecto, empieza adoptar comportamientos más conservadores y tradicionales.
Cabe recordar que esta serie está basada en el libro Masters of Sex: La vida y obra de William Masters y Virginia Johnson, la pareja que enseñó a América cómo amar, que a su vez es una historia de la vida real. Sin embargo, la serie televisiva, aunque se inspira en esos personajes, utiliza complementos de ficción para hacer aún más dramática esta serie.
Lizzy Caplan, quien fue nominada al Emmy por su personaje de Virginia Johnson, reveló todos los detalles de este personaje en una entrevista exclusiva que HBO le concedió a EL PALPITAR.
-En esta temporada la serie transcurre en una época muy interesante. ¿Cómo las transformaciones que ocurrían a fines de los años 60s y comienzos de los 70s influyeron en el contenido de la serie y en los personajes?
Lizzy Caplan: “En el comienzo de la serie estábamos en 1956 y Virginia tenía una manera muy moderna de ser, adelantada a su tiempo, de encarar el sexo y su propia sexualidad. Creo que una de las cosas más memorables para el público en esa primera temporada fue como esa mujer vivía adelantada a su época.
Pero ahora estamos a fines de los 60s, y el mundo a su alrededor empieza a pensar como ella. Es una época movida, con separaciones y más promiscuidad (…) A ella le gusta ser de vanguardia y cuando todos comienzan a adherirse a las nuevas ideas hay un costado de ella que quiere decir: ‘No se olviden que yo lo hice primero’”.
-Ella fue una pionera. ¿Qué la mueve en esta temporada, a dónde quiere llegar ahora?
“En el comienzo de la cuarta temporada, Virginia no está en una posición cómoda. No la habíamos visto tomando mucho antes, pero está bebiendo bastante ahora y también está muy guarra, como sólo ella puede ser. Pero es interesante que, mientras el mundo a su alrededor comienza a adherir a esos pensamientos más progresistas, ella ahora está adoptando ideas más tradicionales: matrimonio, compromiso, esas cosas. Si bien no debería hablar de matrimonio, eso es mucho más adelante en la temporada, pero ella sí quiere una relación con más compromiso, una relación tradicional”.
-¿Tuvo que investigar más profundamente sobre las mujeres de esa época, o sigue trabajando con el libro original?
“Es interesante, porque la serie ahora mezcla realidad y ficción. En el comienzo, se basaba mucho en el material de origen, en el libro –que es realmente nuestra principal fuente de información, porque los dos eran muy reservados respecto a lo que sucedía– pero tiene una laguna, una especie de período oscuro, entre el momento en que ellos se conocieron, sobre el cual tenemos mucha información, y la publicación del primer libro. Esa etapa fue abordada en la segunda temporada y tuvimos que rellenarla con ficción. Eso ya sucedió un poco en la primera temporada, pero fue significativo en la segunda. Entonces, en ese aspecto, siento que el personaje de Virginia Johnson no corresponde a la Virginia Johnson real. Por supuesto que el personaje está inspirado en ella, tiene características suyas y busco pensar en ella e interpretarla de una manera que ella aprobaría, pero el personaje Virginia Johnson tiene existencia propia”.
-¿Qué cambios le trajo la serie a Lizzy Caplan?
“Cambié mucho con esta serie. Era básicamente una actriz de comedia, y siempre quise hacer tanto drama como comedia, pero no había tenido la oportunidad porque las personas no pensaban en mí para dramas, mucho menos para una historia de época. Prácticamente solo había hecho papeles en comedias modernas, entonces esta serie permitió que las personas me vieran de otra manera, lo que también permite que yo me vea de otro modo. Ahora me siento cómoda para hacer tanto comedia como drama. Entonces, le debo mucha a esta serie”.
-Dijo que se está poniendo más cómoda con las escenas de desnudez, que ahora se siente empoderada. ¿Cómo funciona eso?
“Sí, fue como me sentí. Cuando enfrentas una situación aterradora y logras hacer lo que se debe hacer, tienes esa sensación de invencibilidad que es genial en ese momento. Forma parte del trabajo. Nunca es algo cómodo ni agradable, pero me siento en el ambiente más seguro posible para hacer algo así”.
-Habló sobre trabajar en comedias y dramas. ¿Fue útil trabajar con un actor dramático experimentado como Michael Sheen?
“¡Sí! Aprendí mucho con Michael. La relación entre Bill y Virginia es divertida. En el comienzo ella es un espíritu libre, burbujeante, y Bill es tenso y frío. Pero, en la vida real, a lo largo de 30 años ellos fueron cambiando y ella se puso más dura y difícil, mientras que él se ablandó y se puso más amable. En esta temporada vemos bien eso, entonces es más difícil reconocerlos. Bill está más tranquilo, y se está haciendo más difícil lidiar con Virginia. Michael y yo trabajamos bien juntos, sin duda tenemos preferencias diferentes respecto al modo de trabajar, y eso queda claro cuando trabajamos con directores diferentes.
Al director con quien trabajamos ahora, por ejemplo, le gusta hacer una escena tras otra. Me encanta eso. Michael prefiere un intervalo entre las escenas, pero eso nunca genera una discusión, me sigue pareciendo emocionante trabajar con él.
Charlamos mucho sobre el guión, pero nunca discutimos los monólogos interiores ni qué piensan realmente los personajes sobre esos momentos, lo que me parece mantiene todo emocionante. No tengo la menor idea de qué hará él en escena y viceversa; entonces, actuar con él es un placer”.
-¿Qué fue lo más difícil hasta ahora en la historia?
“Muchas cosas, una tras otra. No tengo hijos, pero Virginia, la Virginia Johnson real, no priorizó a sus hijos sobre el trabajo. Para mí eso suena comprensible, pero por otro lado también imperdonable. Era necesario lidiar con eso en una época en la que no había salida para las mujeres que querían hacer otra cosa además de ser amas de casa y criar hijos. Lo lamento por ella y sé que eso pesó en su cabeza, y también pesa en la mía porque eso sucedía no por no estar con sus hijos, sino por estar haciendo su trabajo.
Estamos en un punto en el que podemos decir que hay amor entre Bill y Virginia, y es muy doloroso que nunca parezcan enamorados el uno por el otro al mismo tiempo. Uno siempre se está alejando, y yo hago fuerza por el momento en que puedan ser felices juntos. Sabemos que eso no va a durar mucho porque tenemos esta serie y seguimos una historia real, que sabemos que no terminará bien para ellos, pero probablemente el mayor impacto todavía esté por suceder, que es como termina la historia”.