El alto mando guerrillero Jorge Torres Victoria, alias «Pablo Catatumbo», aseguró hoy que las Farc no pactaron recibir ningún beneficio a cambio de liberar a los cinco secuestrados capturados en la última semana.
«Desde el comienzo hemos dicho que es un gesto de buena voluntad, una contribución que busca generar un ambiente que aclimate la situación para generar las conversaciones más tranquilamente», afirmó «Catatumbo» en entrevista exclusiva con RCN Radio desde La Habana, donde ejerce como negociador del grupo subversivo.
El general Rubén Darío Alzate, junto con el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, que permanecen cautivos por la guerrilla desde el domingo, serán liberados «lo antes posible», informaron ayer desde la Habana portavoces de los países garantes, Noruega y Cuba.
Junto a ellos, también serán liberados los soldados Cesar Rivera y Jonathan Díaz a través de un operativo coordinado por el Comité Internacional de la Cruz Roja-Cicr, en una fecha no divulgada y que «Catatumbo» aseguró desconocer.
«Seguramente lo haremos lo más pronto que se pueda, pero hay que tener en cuenta que los tiempos de Colombia son distintos a los de La Habana. Nuestra voluntad es que se haga lo mas pronto posible», sostuvo.
Por el secuestro del general, el presidente Juan Manuel Santos decretó la suspensión de los diálogos de paz, que ayer cumplieron dos años en medio de la peor crisis desde el inicio de las conversaciones.
El negociador de las Farc insistió en que la retención de Alzate no es un secuestro sino «una acción militar» consecuencia de negociar en medio del conflicto armado.
«Lo mismo habría ocurrido si un comandante de las Farc esta en un caserío y lo detiene la autoridad militar», argumentó «Catatumbo», que dijo que «para cualquier analista imparcial que conozca de situaciones como esta no sería un secuestro».
Añadió además que haber acordado la liberación cuatro días después de haber hecho cautivos al general a sus acompañantes «demuestra que hay un gran cadena de mando» en el grupo subversivo, que mantiene a la mayoría de sus altos mandos en La Habana para negociar.
«El hecho que hayamos podido trasladar comandantes de la categoría de los que hay aquí y que cuando hay incidentes los podamos resolver de manera pronta demuestra que hay una gran cadena de mando», apuntó.
En este sentido aseguró que la «mala impresión» en la gestión de esta crisis ha venido por parte de las Fuerzas Militares, que, a su juicio, han mostrado «una gran falta de institucionalidad» al haberse filtrado por miembros ajenos al Gobierno el secuestro de Alzate.
«Catatumbo» afirmó que «este incidente demuestra que cuando se quiere se puede» y que es posible bajar la intensidad de la violencia en el país.
Frente a la negativa expresada por el Gobierno colombiano de un cese al fuego bilateral, apuntó que se pueden «tomar medidas frente al uso de explosivos», así como «pactar ceses bilaterales al fuego parciales», aunque fue claro a la hora de mostrar su preferencia por el cese bilateral al fuego de forma indefinida.
«Si no es posible el cese al fuego bilateral por lo menos mecanismos que nos permitan resolver una crisis como esta, pero lo que sí manda muy mala imagen es suspender los diálogos cada vez que se produce una confrontación», indicó.
Tras reiterar su deseo de retomar las negociaciones, «Catatumbo» pidió cautela a la hora de establecer una fecha para firmar la paz, que la Presidencia confía en alcanzar en 2015.
«Es la aspiración, ojalá, pero hay que ser realistas, eso depende de la voluntad política del Gobierno, de la participación de la sociedad, de muchas cosas. Depende que seamos capaces de derrotar a los sectores militaristas, guerreristas, que solo ven en la vía militar la solución a nuestros problemas», declaró.