Horas después de la orden de Santos a sus negociadores plenipotenciarios, las Farc le respondieron desde Cuba en un comunicado que están listas para a discutir con el Gobierno «el cese bilateral del fuego».
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dio instrucciones a su equipo de negociadores en La Habana para que enfoquen los diálogos con las Farc hacia un alto el fuego bilateral e indefinido, lo que acercaría el fin de un conflicto armado de más de 50 años.
El anuncio de Santos se produce después de que el 20 de diciembre pasado la guerrilla pusiera en marcha un alto el fuego unilateral e indefinido y de recientes reuniones de el con expertos y asesores nacionales e internacionales que terminó con otro mensaje a los negociadores para que aceleraran los diálogos en Cuba.
En cuanto a las declaraciones de Juan Manuel Santos, las Farc le respondieron desde Cuba en un comunicado que están listas para a discutir con el Gobierno «el cese bilateral del fuego». El documento agrega que «recibimos con beneplácito la declaración del presidente Santos en el sentido de enviar a sus plenipotenciarios a La Habana a discutir inmediatamente el cese bilateral del fuego».
El pasado 5 de enero, cuando se retomó la actividad política tras las fiestas navideñas, Santos dijo que su equipo regresaría a La Habana «con un mandato, con unas instrucciones, de acelerar el paso de estas conversaciones (…) para terminar lo más pronto posible y de una vez por todas con este conflicto armado».
Aquel mensaje se completó anoche en una alocución a los colombianos en la que el mandatario habló de la necesidad de que los negociadores «inicien lo más pronto posible» la discusión referente al punto del alto el fuego y hostilidades bilateral y definitivo.
Además confirmó que, mientras se logra el acuerdo final, están «procurando desescalar la intensidad del conflicto».
A este respecto, las Farc señalan que les «parece contradictoria y temeraria la orden de intensificar las acciones ofensivas contra la guerrilla en tregua, en la medida en que se sigue poniendo en riesgo la continuidad del cese unilateral».
La guerrilla también asegura que el alto el fuego unilateral, que ella ha pedido en reiteradas oportunidades y al que el Gobierno no ha accedido, significaría que los «efectos prácticos de la terminación del conflicto» puedan sentirse «desde ya», mucho antes de la firma del acuerdo final del conflicto que se dialoga en Cuba.
En los 25 meses que han transcurrido desde que se iniciaron los diálogos, el Gobierno y las Farc han alcanzado acuerdos en tres de los cinco puntos de la agenda, referidos tierras, participación política de los guerrilleros que se desmovilicen y cultivos ilícitos, y en la actualidad discuten sobre las víctimas.
En caso de alcanzar un rápido acuerdo sobre el quinto y definitivo punto, el referente al alto el fuego, se marcaría un hito en el proceso de paz por su velocidad. En este sentido, el jefe de Estado reconoció que la tregua unilateral e indefinida que las FARC iniciaron el 20 de diciembre «ha sido un paso en la dirección correcta» y subrayó que la guerrilla «ha cumplido».
Por ello, recordó que ya han comenzado a «trabajar en un acuerdo sobre la forma en que se hará la dejación de armas y la reintegración de quienes abandonen la lucha armada». Santos explicó que «se han venido preparando altos oficiales en servicio activo de todas las fuerzas», a cuya cabeza ha situado al exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares, el general Javier Flórez, que está al frente del denominado Comando de Transición que debe conducir el trayecto de la guerra a un escenario de paz.
«Este puede ser el año en que termine el conflicto armado que hemos sufrido por más de medio siglo», afirmó Santos, quien también se refirió a la posibilidad de abrir un proceso de paz similar con el Ejército de Liberación Nacional (Eln). El Gobierno mantiene desde hace un año «diálogos exploratorios» con la segunda guerrilla del país con el fin de iniciar una negociación.
Precisamente, el Eln propuso la semana pasada dejar las armas si se abre un diálogo con el Gobierno.
En su alocución, Santos calificó como «positivas» dichas declaraciones y se mostró esperanzado en poder «concretar pronto» una agenda con esta guerrilla, que al igual que las Farc tiene 50 años de vida. Sin embargo, Santos advirtió de que «falta lo más difícil» y vaticinó un año complejo. Aun así confió en «lograr el objetivo: una Colombia sin conflicto que avance en la consolidación de la paz».
Por último pidió a sus compatriotas unirse alrededor de una paz que, remarcó, «es de todos los colombianos».