La funcionaria de la Organización de las Naciones Unidas pide que el gobierno y las fuerzas militares garanticen los derechos de las niñas y las mujeres.
La representante especial del secretario general de la ONU sobre la violencia sexual en los conflictos, Zainab Hawa Bangura, reclamó hoy que en el eventual acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las Farc se aborden «de manera explícita los asuntos de género y la violencia sexual».
En una rueda de prensa celebrada hoy en Bogotá tras recorrer parte de Colombia y reunirse con varias autoridades del país, Bangura destacó que el proceso de paz que se desarrolla desde hace más de dos años «ha puesto en marcha un importante mecanismo para asegurar una perspectiva de género».
Bangura también destacó que «es crucial que otros grupos armados se comprometan a la paz, la ley y el orden» para incluir a todas las partes del conflicto en el proceso.
Asimismo, destacó que se están desarrollando políticas para prevenir la violencia sexual, lo que ha convertido a Colombia en «una fuente de inspiración para la región y el mundo entero» gracias al intercambio de experiencias entre países.
«Colombia puede desempeñar un rol central en este sentido, en relación con la voluntad política y determinación del presidente Juan Manuel Santos y las aspiraciones del gobierno para erradicar la violencia sexual», señaló.
La activista también explicó que el principal desafío es «convertir la resolución en soluciones tangibles» para las comunidades donde todavía persisten los crímenes sexuales.
En este sentido destacó la necesidad de protección para las mujeres y niñas «pobres y sin educación que son especialmente vulnerables», así como para los miembros de minorías étnicas, los líderes de la sociedad civil y defensores de derechos humanos.
Para poder «romper la impunidad», Bangura abogó por iniciar un proceso de recuento de los casos de violencia sexual que se han producido a Colombia y subrayó la necesidad de que se generen políticas para reparar a las víctimas no solo de forma individual sino también colectiva.
«La violencia sexual es un crimen contra el individuo, la familia y la comunidad», apostilló.
Preguntada sobre la posibilidad de que se trate el caso de la violencia sexual y se arrojen soluciones y condenas en una comisión de la verdad posterior a los acuerdos, la funcionaria de la ONU destacó que esa es una decisión que debe partir del pueblo colombiano y del Gobierno.
Por ello destacó que la gente debe decidir «qué quiere, cómo lo quiere y cuándo lo quiere».
Entre los pasos que debe seguir Colombia subrayó que, en primer lugar, deben reconocerse «los crímenes de violencia sexual» que han sido cometidos.
En dicho reconocimiento deben participar «todas las partes involucradas en el conflicto» y garantizar que esa violencia sexual no se repetirá.
En una reunión previa con el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, Bangura destacó que no se han producido abusos por parte de los integrantes de las Fuerzas Armadas en el último año.
Este hecho es una muestra de que las medidas y políticas adoptadas por el Ministerio de Defensa están funcionando y que deben continuar en aras de hacer que estos resultados sean sostenibles y duraderos, según declaraciones de Pinzón recogidas en un comunicado de su despacho.
El titular de Defensa entregó a Bangura un decálogo de comportamiento que deben seguir los militares a la hora de afrontar una situación de violencia sexual tanto dentro de las Fuerzas Armadas como con la sociedad civil.
