Además, «Timochenko» dijo que no tiene que pedir perdón a las víctimas, pues los revolucionarios no se arrepienten de sus actos.
Durante una entrevista con Piedad Córdoba, emitida por la cadena venezolana Telesur, el máximo jefe de las Farc, alias «Timochenko», afirmó que Alfonso Cano ordenó no atentar contra el presidente Santos, como forma de proteger los diálogos de paz que ya avanzaban en La Habana, Cuba y que en noviembre cumplirán tres años.
«En esos meses, un comando nuestro informó que tenía todas las condiciones para atentar contra el presidente Santos. Ante eso, Alfonso fue tajante, ‘si estamos hablando de un acuerdo de paz, ese tipo de actos no son correctos'», afirmó el jefe guerrillero.
Igualmente, «Timochenko» se refirió en relación con el acuerdo de Justicia Transicional firmado la semana pasada en La Habana, en ceremonia en la que él y el presidente Santos cerraron el nuevo acuerdo. Sobre el tema, el jefe guerrillero afirmó estar muy complacido.
“Yo estoy muy satisfecho por lo que sucedió, satisfecho en el sentido del esfuerzo que venimos haciendo nosotros y todos los países que nos han venido acompañando y todos los sectores que se la están jugando y están entendiendo mejor lo que está pasando”, afirmó.
Por su parte, la cabeza de las Farc habló del plazo puesto por el Gobierno, en el que se fija el 23 de marzo de 2016 como la fecha límite para el acuerdo final: «Los seis meses pueden ser cortos, podemos hacerlo antes si hay voluntad, pero también se pueden quedar cortos», enfatizó. «Timochenko», condicionó a la voluntad política como un factor fundamental para llegar a los acuerdos: «Son temas, que si hay decisión política, pueden salir adelante».
A su vez, «Timochenko» afirmó que no se ve haciendo política, pues no va de acuerdo con su convicción revolucionaria: «Me pregunta si me veo haciendo política y me da risa, no por el hecho de hacer política, sino porque yo soy revolucionario y los revolucionarios tenemos una forma diferente de pensar y de ver el mundo», sentenció.
Finalmente, Londoño aseguró que no siente la necesidad de pedir perdón pues él «es revolucionario y los revolucionarios no se arrepienten de lo que hacen». Ante eso, aseguró que pedir perdón sería como afirmar que hizo algo malo y la convicción revolucionaria no vive de arrepentimientos.
