Sin embargo, los colombianos siguen esperando que este 23 se conozca algún anuncio trascendental sobre el futuro de los diálogos y el acuerdo final con las Farc.
Las zonas de concentración, las propuestas sobre la dejación de las armas y los términos del cese al fuego bilateral y definitivo, han sido los temas trabajados a celeridad en los últimos 180 días, justo luego de que el presidente Santos y alias “Timochenko”, estrecharan sus manos el 23 de septiembre tras anunciar el punto de justicia transicional acordado entre las partes.
Desde ese momento, han sido varios los escenarios disonantes entre las partes que han torpedeado el ideal del Gobierno de que hoy, seis meses después, se lograra la firma definitiva del acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc.
“Este 23 puede haber un hecho político internacional. La presencia del presidente Obama en Cuba fue algo calculado, fue un hecho de paz, además de la cercanía confirmada por uno de los funcionarios del Gobierno de Estados Unidos con las Farc en La Habana”, destacó Jaime Fajardo Landaeta, exmilitante del Epl, grupo guerrillero que el pasado primero de marzo cumplió 25 años de su dejación de armas ante el gobierno de César Gaviria.
Y es que pese a que lo de este miércoles en Cuba no significará que se confirme la terminación del conflicto con las Farc, para el señor Fajardo Landaeta el proceso está planteado para que los avances significativos vayan apareciendo conforme el proceso y sus vicisitudes lo van permitiendo.
“Yo creo que esto está más o menos planteado para que se avance significativamente, puede que no se logre copar toda la agenda pero si se va a entregar a la opinión pública un marco general que aproxima ya a las partes en una posibilidad de negociación”, agrega el señor Fajardo.
El experto, además, se mostró confiado en que los nuevos aspecto que se revelen este miércoles en Cuba tras el cierre del ciclo 48 entre las partes, ayuden a zanjar el camino en los puntos complejos que se han interpuesto durante los últimos seis meses y que han representado enfrentamientos verbales entre el Gobierno y las Farc.
“Vamos a conocer en detalle unos aspectos de lo que viene siendo una comisión que viene trabajando y que está conformada por generales de la República, en el aspecto del desarme, la desmovilización y la campamentación de los guerrilleros”, insistió Fajardo.
De otro lado, Gerado Vega, director de la Fundación Forjando Futuros, reconoció que aún sabido por el Gobierno su fallo al imponer una fecha para el acuerdo final que se suponía estaría listo hoy, el proceso de paz que se adelanta actualmente en Colombia ha sido el más próspero en la historia y resaltó aquellos puntos que ya se han logrado como un avance fundamental.
“Hay que entender que es el proceso de paz en donde más se ha avanzado. Que se acordó el tema de tierras, desarrollo rural, redistribución de tierras, uso de suelo. Que se acordó el tema de cultivos ilícitos, que se sabe que las Farc dejan las armas para ir a la vida política; el reconocimiento de víctimas. Quedan dos puntos centrales que son dónde se van a campamentar las Farc y el mecanismo de refrendación, pero ya es bastante importante para Colombia lo que se ha firmado, falta un punto final que es la dejación de armas”, afirmó Gerardo Vega.
Para el Director de Forjando Futuros, a partir de hoy lo que queda por establecer es cuestión de meses, antes de que el Gobierno y las Farc logren concretar el tema fundamental de la dejación de las armas.
“Es cómo y en dónde se hace dejación de armas. Lo que está claro es que no le van a entregar armas al Gobierno sino que se las entregan a un país garante, a un organismo como la ONU y las depositan en otro país. Lo importante es dejar de usar las armas para hacer política y aquí lo principal es eso: la voluntad de las Farc, la decisión de las Farc de dejar de usar las armas para hacer política”, insistió.
Para lo que viene, tanto Jaime Fajardo como Gerardo Vega, coinciden en la importancia de que el Gobierno aprenda de los anteriores procesos de desmovilización para que no repita los errores y a vez puedan replicar los puntos positivos que dichos procesos presentaron.
Además, son enfáticos en resaltar la importancia que para Colombia tendría poder aprender a ver con otros ojos a quienes hicieron parte de la guerra durante más de 50 años y quienes, ahora, aspiran a luchar pos ideales políticos fuera de todo tipo de confrontación armada, algo que sólo los días y los colombianos a través del plebiscito podrán determinar.