El asesinato de un gobernador indígena en el Chocó, del cual sería responsable el Eln, habría significado una clara violación al cese.
El cese de hostilidades entre el Gobierno Nacional y la guerrilla del Eln peligra debido al asesinato del gobernador indígena Aulio Isarama Forastero, quien fue ultimado con arma de fuego en días pasados, cuando se encontraba en un resguardo del municipio de Alto Baudó.
Justamente, el Gobierno rechazó el homicidio y señaló al Eln como uno de los presuntos responsables del caso; de paso, solicitó que la guerrilla informe oportunamente si comete un crimen como éste, así como la colaboración pertinente con la justicia. (Lea también: Otro líder social silenciado: Gobernador indígena fue asesinado en Chocó).
Asimismo, desde la Oficina del Alto Comisionado para la Paz pidieron a las Autoridades de la zona que agilicen las investigaciones correspondientes con el objetivo de determinar qué fue lo que sucedió con el Gobernador y si los autores fueron del Frente Occidental del Eln, como se sabe de forma preliminar.
Esperamos «que se produzca la actuación judicial oportuna y se condene a los responsables«, dijo el despacho del Ejecutivo, quien estaría verificando informaciones que dejan al Eln como el más probable autor del crimen.
Asimismo, deberán analizarse las palabras de reconocimiento y petición de perdón por parte del Frente Occidental del Eln y su compromiso de no repetición de hechos como este, afirmó esa Oficina.
«La Mesa de Conversaciones evaluará toda la información objetiva que reciba para que se adopten las decisiones que correspondan frente a la continuidad del cese al fuego«, indicó, justamente, la Oficina del Alto Comisionado.
Por tal motivo, será dicha Mesa la que decidirá si estos «incidentes graves» influyen o no en el cese a las hostilidades entre ambas partes, así como en todas las negociaciones como tal.
Luego de verificar el hecho, será el Gobierno quien decida «los procedimientos que se llevan a cabo en el marco del cese al fuego».