Más de dos mil hectáreas de tierra han sido restituidas en Antioquia, según la Unidad de Restitución de Tierras.
El pasado 22 de julio, jueces ordenaron mediante una sentencia la restitución de 207 hectáreas de tierra en beneficio de cuatro familias que habían perdido sus terruños debido a la violencia ocasionada por paramilitares en el Urabá antioqueño.
Alicia Carupia Domicó fue una de las cuatro reclamantes que obtuvieron sentencia favorable por parte del Tribunal Superior de Antioquia. Precisamente, Carupia, indígena de 78 años de edad, mencionó que, en su momento, ella se vio obligada a vender su tierra por el terror a causa del accionar de los paramilitares.
«Los amigos nos decían que éramos blanco de las autodefensas por ser indígenas, y que nos tildaban de ser colaboradores de la guerrilla», expresó ante el juez la señora Carupia.
Las tierras pertenecían al señor Fabio Moreno, quien, según denuncias hechas por la fundación Forjando Futuros, habría amenazado a los topógrafos que tenían la responsabilidad de medir los predios.
En días pasados, una hija del señor Fabio Moreno, calificó ante medios de comunicación como falsos reclamantes a las familias que exigían la restitución de las tierras, y aseveró que los predios de la hacienda Monte Verde pertenecían a su padre.
Ante estas declaraciones, Gerardo Vega, director de la fundación Forjando Futuros, manifestó que «ya los jueces reconocieron que hubo despojo a través de hechos de violencia«, demostrando así que las reclamaciones de las familias despojadas son justas.
En relación con las presuntas amenazas por parte del señor Moreno, Vega expresó que «en esa finca se habían opuesto, y con grupos paramilitares, habían sacado a los topógrafos de Forjando Futuros». Añadió que hubo permanentes amenazas y que se recurrió a la violencia para evitar la medición topográfica del predio.
A pesar de estas sentencias favorables a los reclamantes, también indicó que el proceso de restitución de tierras en Urabá «es incipiente«. Agregó que «ojalá haya un proceso de restitución colectiva y administrativa, y que se elimine la microfocalización«, dejando claro que todavía hay muchos reclamantes sin recibir sentencias oportunas.
