La Fundación Orbis trabaja de la mano con entidades públicas y privadas, a través de proyectos de transformación social que tienen como protagonista al color.
Más allá de la pintura de la Fundación Orbis-Pintuco hay diversas historias de transformación social que han involucrado a la comunidad y han aportado desarrollo social y comunitario. Esa es la verdadera esencia del trabajo de esta fundación, en asocio con entidades públicas y privadas.
Transformación social con color, así se puede definir la intervención que ha realizado durante este 2018 en Antioquia, a través de procesos sociales en 131 viviendas, 13 murales, 10 placas polideportivas y ocho educativos rurales.
De acuerdo con Miguel Ayala, director Ejecutivo de la Fundación Orbis-Pintuco, “si la pintura se usa de manera bien intencionada y con un fin, termina siendo un motor de transformación social muy poderoso en los territorios y las comunidades. Va más allá de pintar casas y escuelas. la pintura tiene que llegar después de otras intervenciones, para que el impacto sea mayor”.
La idea con las intervenciones es que las personas se apropien y construyan comunidad alrededor de las obras y sus nuevos espacios. “Nuestro modelo se apalanca en un concepto y es que cuando transformas el entorno, el comportamiento humano tiende a ser diferente”, explicó el vocero de la Fundación Orbis.
Programas como Medellín se Pinta de Vida, Ayacucho Te Quiero Mucho, Rionegro a Color, Color y Peranza en Itagüí, Reconstrucción de Salgar, Retorno a San Carlos y Colores de Paz hacen parte de las intervenciones que se han realizado en Antioquia, en los últimos años.
