Luis Alfredo Ramos había declarado que su proceso era una obra de «falsos testigos». Las pruebas apuntan a que el político tiene razón.
En el marco del proceso que se adelantó contra el exgobernador de Antioquia y exprecandidato presidencial por el Centro Democrático, Luis Alfredo Ramos, se condenó a Carlos Enrique Areiza Arango, quien había dado falso testimonio con el fin de que se apresara al político antioqueño.
Areiza Arango había aceptado en días pasados los cargos que la familia de Ramos había realizado, con los cuales le acusaban de falsificar su testimonio con el fin de que el político fuera a la cárcel.
El hombre envió una comunicación a la Corte Suprema de Justicia -que otorgó libertad a Ramos-, en la cual se retractaba de sus declaraciones, a la vez que se disculpaba con el exmandatario paisa y sus familiares.
El hoy condenado declaró que el senador del Polo Democrático, Iván Cepeda, se reunió con él en varias ocasiones para pedirle que declarara contra Ramos, lo cual desmintió enfáticamente el congresista de izquierda.
Por su parte, la Fiscalía investiga a otros testigos del caso, que se cayó el pasado 23 de noviembre, cuando se dio libertad a Ramos porque las pruebas en su contra habían perdido vigencia y sustento.
Uno de esos testigos es Juan Carlos Sierra, alias ‘Tuso’, quien se encuentra extraditado, así como Mauricio de Jesús Palacio Tejada, quien es prófugo de la justicia por contumacia y estaría, según el diario Semana, en Chile.
El otro testigo clave del caso, aparte de Areiza, sería el paramilitar Andrés de Jesús Vélez, quien tiene activos once procesos judiciales, dos de los cuales obedecen a falso testimonio.
Por su parte, Ramos aseguró que ha sido víctima «de falsos testigos», quienes le hicieron daño a su «familia» y a su carrera política pues, de acuerdo con el exgobernador, él hubiera sido la fórmula presidencial del uribismo para enfrentar a Juan Manuel Santos en las Presidenciales de 2014.