20 mil 200 millones de pesos es la inversión que realiza el Municipio para ampliar la vía y aliviar el tráfico vehicular en el sector.
La ampliación de la carrera 80, desde la calle 77 BB hasta la calle 80, está en un 90 por ciento de ejecución, por los que se prevé que las obras estén completamente listas y puedan ser utilizadas por la comunidad en aproximadamente un mes.
Ya se aplicaron las primeras capas de pavimento en gran parte del tramo intervenido, lo que evidencia el avance de las obras, pues sólo hace falta el reemplazo de 160 metros lineales de la vía para finalizar en una semana la última etapa de pavimentación. Después de esta etapa de las obras, se continuará con las acciones de urbanismo y paisajismo.
Además, ya se terminó la construcción y el empalme de las redes secas y húmedas, siendo este un proceso previo necesario para el inicio de la pavimentación vial. Adicionalmente, los servicios de alcantarillado, acueducto, aguas lluvias y telecomunicaciones, se encuentran funcionando normalmente, lo que representa otro avance importante de la obra.
Por otro lado, se rehabilitó el costado oriental de la vía, con la adición y reubicación de varias redes de servicios públicos, algunos muros de contención, además de la ampliación de nueve metros de canalización sobre la quebrada La Malpaso, lo que evitará filtraciones de agua y consecuente deterioro anticipado de la nueva vía.
La longitud intervenida por las obras es de 650 metros, lo cual significa un mejoramiento vial de 3.6 kilómetros por carril y dos mil 800 metros cuadrados de espacio público, con andenes de 2.5 metros de ancho. El sector comprendido por la ampliación vial se encuentra entre la Universidad Santo Tomás y la glorieta de la 80 con la 80.
Estas obras tienen un costo de 12 mil 700 millones de pesos, que se suman a los siete mil 500 millones que se invirtieron en la primera etapa de la ampliación, la cual fue entregada en el año 2012, que comprendió una ampliación de la carrera 80 – 81, entre las calles 65 y 75.
Dicha primera etapa incidió significativamente en el mejoramiento de la movilidad vehicular de los barrios aledaños, además de proporcionar seguridad y comodidad a los transeúntes con la construcción de las zonas de cruces peatonales semaforizados y bahías de paraderos de buses; por lo tanto, se espera que esta segunda y última etapa alivien el tráfico en la zona, que en horas pico suele ser difícil.
