Expertos instaron a tomar medidas preventivas con el fin de que el Zika no tenga el mismo impacto que el Chikungunya.
Las autoridades de salud han encendido las alarmas por la posibilidad de expansión del virus del Zika, del cual se han detectado 500 casos confirmados en Colombia, pero del cual podría haber unos tres mil 700 episodios sospechosos.
Las zonas principalmente propensas son los cascos urbanos o rurales que estén ubicados a dos mil 200 metros sobre el nivel del mar, como por ejemplo Boyacá, los santanderes y la Costa Atlántica, donde se encuentran las condiciones idóneas para la cría y reproducción del mosquito transmisor.
Los síntomas más comunes del Zika, que tiene un período de incubación de 10 días, son el dolor de cabeza, brotes en la piel, fiebre, conjuntivitis, malestar general y dolores articulares, aunque algunos casos también han presentado diarrea o estreñimiento, vómitos y dolor abdominal.
Según Marcela Gómez, epidemióloga y asesora médica de la campaña de prevención Stay OFF, los niños son la población más vulnerable a la hora de adquirir el virus, pues permanecen durante mayor tiempo en zonas exteriores e incapacidad para protegerse a sí mismos.
Prevención
De acuerdo con Marcela Gómez, las personas que vivan, frecuenten o visiten zonas de alto riesgo, como son las regiones costeras y al nivel del mar, deben adoptar medidas de prevención que impidan la propagación del virus como sucedió otrora con el Chikungunya.
«Se recomienda protegerse de los mosquitos cubriendo la piel expuesta, usando repelentes de insectos, permaneciendo y durmiendo bajo mosquitera o en habitaciones con aire acondicionado, cuando esto sea posible», precisó la epidemióloga.
Los repelentes son la clave para proteger la piel y evitar la picadura del mosquito, único transmisor primario del virus. Éstos se deben aplicar en la piel por lo menos 20 minutos después de la utilización de bloqueadores solares, con el fin de que la protección sea efectiva.
A continuación algunas recomendaciones para evitar el contagio del Zika:
- Evitar conservar el agua en los recipientes en el exterior (materas, botellas, envases que puedan acumular agua) para evitar que se conviertan en criaderos de mosquitos.
- Tapar los tanques o depósitos de agua de uso doméstico para que no entre el mosquito.
- Evitar acumular basura y tirarla en bolsas plásticas cerradas.
- Destapar los desagües que pueden dejar el agua estancada.
- Utilizar mallas/mosquiteros en ventanas y puertas también contribuye a disminuir el contacto del mosquito con las personas.
