La bebé es la única colombiana con registro del fenotipo Bombay, sangre extraña y escasa que causó una maratónica misión para salvar una vida.
Fenotipo Bombay, según lo poco que han explicado los expertos, es una sangre realmente atípica y más en este continente, pero justo una bebé colombiana de 15 meses llegó al San Vicente Fundación con anemia y hemorragia en las vías digestivas, por lo que necesitaba una transfusión que terminó con final feliz por la colaboración de brasileños que exportaron lo equivalente a una botella de gaseosa para este procedimiento.
El Ministerio de Salud de Colombia explicó que después de varias pruebas y no identificar el tipo de sangre de la bebé, personal médico concluyó que se trataba de un caso de fenotipo Bombay, tipo sanguíneo que tiene uno de cada 10.000 habitantes en la India y uno de cada millón en Europa.
Y es que según lo explicado por María Isabel Bermúdez, coordinadora de la Red Nacional de Bancos de Sangre del INS, “el cuerpo de la niña no reconoce ningún tipo de sangre conocido”, por lo que “una transfusión con el tipo equivocado habría provocado daño renal e incluso la muerte”. Además, la identificación de este fenotipo se tardó aún más porque “estas personas por lo general están sanas y por eso no se tienen identificadas”.
Mediante la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se encontró un generoso donante desde Fortaleza, Brasil. Y se suma la ayuda de Natalicia Silva, una enfermera del hemocentro de dicha ciudad, quien voluntariamente viajó con la bolsa de sangre para asegurar que, dentro de una nevera, mantuviera la temperatura adecuada durante las más de 20 horas de viaje haciendo escala en Sao Paulo, Panamá y llegando a Bogotá.
Finalmente 370 mililitros de Fenotipo Bombay llegaron a Medellín el 11 de julio y ayer, miércoles 12, médicos hicieron el procedimiento con 80 centímetros cúbicos, finalizando con un exitoso caso que salvó la vida de la bebé.
Martha Lucía Ospina, directora del INS, resaltó: “Esta es una historia inédita que nos demuestra que hemos alcanzado unas capacidades impensables hace un par de décadas. Encontrar un donante en un país distinto, obtener los permisos en tiempo récord, transportar la sangre, conservar la cadena de frío y transfundir de manera oportuna son pasos que requieren una logística compleja”.
