Sin embargo, los tres casos de este miércoles no obedecieron a problemas relacionados con la delincuencia común, sino ligados a problemática de convivencia.
Tres personas fueron víctimas de homicidio en la ciudad durante el pasado miércoles 16 de noviembre, en hechos relacionados a casos de intolerancia y, uno de ellos, al parecer ligado a un ataque sicarial sin móviles esclarecidos.
En el primer caso, ocurrido en la madrugada, una mujer identificada como Claudia Patricia Gómez Castaño fue asesinada en Laureles, según la información preliminar, por su compañero sentimental, que la había agredido de forma repetitiva en las últimas dos décadas, tiempo en el que habían convivido (Amplíe este hecho: Mujer habría sido asesinada en Santa Lucía por su expareja sentimental).
En otros hechos, esta vez en La Candelaria (Comuna 10), un habitante en situación de calle cuya identidad no ha sido establecida, fue baleado en el sector de Villanueva, luego de una discusión con otro individuo.
Partiendo de la información disponible tras las labores de campo de la Policía, hacia las 9:20 de la noche del miércoles, la víctima iba discutiendo acaloradamente con un sujeto, que finalmente decidió irse. Unos metros más adelante, una tercera persona llegó y le disparó en cuatro ocasiones en su cabeza al habitante de calle, que murió en el lugar de los hechos.
Por otra parte, esta vez en el barrio Asomadera Número 2 de Buenos Aires, se dio un ataque de sicarios que dejó como víctima a Román Abad Ochoa, de 39 años de edad, quien fue trasladado a la Clínica Sagrado Corazón, pero que no pudo recuperarse de sus heridas y murió en el centro hospitalario.
Al parecer, Ochoa iba caminando con su compañera sentimental por el mirador Capital de Las Palmas, cuando un individuo con casco se le acercó y, sin mediar palabra, le disparó en varias ocasiones, después de lo cual huyó sin rumbo conocido.
La cifra de muertes violentas en la capital de Antioquia preocupa a las Autoridades y a la ciudadanía en general: hasta este 15 de noviembre, iban 497 casos de homicidio en Medellín, superando ampliamente las cifras del año anterior y concentrando la criminalidad en el Occidente de la ciudad: Belén, Robledo y Altavista, además de el centro de Medellín.
