Otro de los casos ocurrió en San Cristóbal, uno de los corregimientos más violentos del país, con 32 homicidios en lo que va del año.
Tres personas fallecieron durante el pasado miércoles, 29 de noviembre, en San Cristóbal y La Candelaria, en medio de hechos que son materia de investigación por parte de las Autoridades, elevando a 510 la cantidad de muertes violentas en Medellín durante lo corrido del 2017.
El primer hecho ocurrió en horas de la mañana, cuando una pareja falleció en un presunto ataque sicarial que dejó un sinfín de dudas a los peritos judiciales, en vista de la brutalidad del ataque.
Cuando eran las 7:30 de la mañana, agentes de la Sijín realizaron el levantamiento de las dos víctimas: por una parte, un hombre no identificado de tez trigueña, cabello corto color negro, de entre 20 y 25 años, contextura delgada y quien vestía al momento de su muerte una pantaloneta color negro, unos zapatos negros y una camisa color negro; y una mujer de edad similar, de tez trigueña, cabello largo color negro y quien vestía una camisa color negro, short de color negro y zapatos de color beige.
Ambas víctimas presentaban múltiples heridas ocasionadas con arma de fuego, así como varios golpes en sus cuerpos, por lo que las Autoridades, que no obtuvieron información adicional en el lugar de los hechos (barrio Villanueva), adelantan labores para esclarecer el doble crimen.
En otros hechos, esta vez en horas de la madrugada, un joven menor de 15 años identificado como Edinson Lopera Ospina fue encontrado sin vida en la vereda La Loma, del corregimiento de San Cristóbal, hasta donde llegaron las autoridades a realizar la inspección judicial de este joven, que habría sido ultimado pocas horas antes.
Justamente, varios miembros de la comunidad escucharon detonaciones en la madrugada, pero ignoraron el hecho en vista de la pólvora que arrojaban en el sector y que, al parecer, maquilló el sonido de múltiples disparos, que impactaron contra la humanidad del occiso.
El índice de homicidios en la capital de Antioquia creció parcialmente este año frente al anterior, con 510 muertes violentas frente a 489, y con un aumento generalizado de la criminalidad en varias comunas de la ciudad, que contrasta con el ambiente de calma en Castilla y Villa Hermosa, comunas que en 2016 sufrieron con rigor la criminalidad y que este año registran datos más optimistas.