Ya van 503 muertes violentas, de acuerdo al último reporte oficial; Autoridades señalan que los homicidios responden a la acción contra la delincuencia.
En Medellín, faltando 39 días para que culmine el 2017, van 503 homicidios en lo corrido del año: Al menos 295 de esas muertes obedecería al accionar de bandas delincuenciales, que no sólo se enfrentan entre ellas, sino que además intentan someter a la población a través del miedo.
Según Federico Gutiérrez, alcalde de la ciudad, la mayor parte de los asesinatos responden al accionar criminal de las cientos de bandas criminales que tienen su injerencia en la capital de Antioquia. «Estamos por debajo de la media nacional de 24 homicidios por cada cien mil habitantes. Aunque hay que seguir trabajando para llegar a la tasa ideal: cero. Entre el 50 y el 55 % de los homicidios surgen por enfrentamientos entre dichas bandas», precisó.
Sin embargo, destacó «la pelea contra las estructuras» que llevan las Autoridades, con la supervisión y acompañamiento de la Administración Municipal, que ha tomado la seguridad como su principal argumento de gobierno en los últimos años.
Cabe señalar que, en las dos administraciones anteriores, se presentaron cifras más elevadas que las presentes. Mientras que en 2009 se registraron 2.186 casos, esa cifra descendió a 2.023 en 2010. En el último año de la alcaldía de Alonso Salazar, 2011, murieron 1.651 personas. La administración de Aníbal Gaviria mantuvo el descenso y llegó hasta la cifra que hoy se contrapone a la realidad: en 2012, 2013, 2014 y 2015, sus cuatro años de gobierno, hubo 1.256, 924, 658 y 496 asesinatos, respectivamente.
Luego de superar la barrera de los 500 y revertir el auge con lo ocurrido en 2016, en 2017 se ha detectado un claro síntoma de repunte de las cifras, que pudiera deberse a la escalada violenta de las bandas criminales del Occidente de la ciudad, donde más se registran homicidios.
El occidente, causa del alza
En comunas occidentales de la ciudad reposan la mayor cantidad de muertes en lo que va del año. Según Andrés Tobón, secretario de Seguridad, «la dinámica de homicidios en Medellín obedece a varias situaciones, un gran porcentaje es por combates entre estructuras criminales, cerca del 60% del total de estos homicidios son atribuidos a estos grupos ilegales».
Justamente, en los sectores de Altavista, San Javier, San Cristóbal, Belén y Robledo es donde ha explotado la bomba de tiempo: Entre las tres comunas y los dos corregimientos, suman más de 200 homicidios, casi la mitad de las hechos de asesinato, y una gran parte de los casos que obedecen a problemáticas de bandas criminales.
Y esto, según la Alcaldía, se debe al combate persistente de las Autoridades, que han asestado sendos golpes que han provocado luchas internas para asumir el control de los territorios en disputa. A eso hay que sumarle el aumento de la injerencia del «Clan del Golfo» en la ciudad y, claro está, la resistencia o ayuda (dependiendo del caso) de «La Oficina».
Precisamente, el condicionante geográfico perpetua el delito en estos sectores: su conexión con el Urabá antioqueño, principal zona de injerencia del Clan, y el acceso que ofrece a las rutas del narcotráfico que la Vía al Mar provee, son las principales causas para que allí se compita despiadadamente por la hegemonía criminal.
De acuerdo con Corpades y su director, Luis Fernando Quijano, los «Pájaros» y «Los Chivos», las dos principales bandas de Belén Zafra, estarían siendo financiados por la Alianza Criminal del Norte (bandas de Bello y Medellín), lo cual estaría permitiendo que ambas organizaciones delincuenciales «implanten un régimen de terror» en la zona. Lo anterior, claro está, en detrimento de otra banda: «Los Pesebreros».
Al parecer, denunció Análisis Urbano, miembros de esa banda estarían yendo puerta a puerta a intimidar a los habitantes, advirtiéndoles con no apoyar ni permitir el acceso a los otros combos delincuenciales que se pelean la zona, colindante con Altavista y cercana a la Comuna 13.
Eso ha provocado el desplazamiento de al menos 30 familias del sector, así como el incremento en las vacunas y el régimen de extorsiones a comerciantes y habitantes de la zona.
La intolerancia, otro factor
Para el secretario de Seguridad de Medellín, Andrés Tobón, otro factor es el incremento en los casos de intolerancia, pues el 30 % de los homicidios obedecen a riñas: 80 homicidios ocurrieron en medio de casos de convivencia, dicen las cifras.
Aunque señaló que las capturas de varios cabecillas, siendo el último gran golpe el de «Camilo El Grande«, pueden haber incidido en el comportamiento de los asesinatos, advirtió que la intolerancia aumentó en la ciudad.
«Un 30% se dan entre amigos, familiares, vecinos y conocidos; es increíble que lo que empieza como una celebración termine como una tragedia, que no podamos convivir juntos», indicó el Mandatario Local, por su parte.
Entretanto, es de destacar que la mayor cantidad de muertes violentas se dan en La Candelaria, Centro de Medellín, con 89 casos, y que comunas como Castilla, Villa Hermosa y Buenos Aires resaltan por su mejoría en materia de seguridad.