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Las condiciones en las que habita la comunidad indígena de la región son precarias, según denuncias de los nativos.
Una comisión de la Defensoría del Pueblo de Colombia visitó el municipio de Güicán, zona rural del departamento de Boyacá, donde el pasado 26 de octubre la guerrilla del Eln emboscó y asesinó a 11 militares y un policía y secuestró a dos soldados.
Con la visita a la zona, la Defensoría buscaba verificar la situación de derechos humanos en la región en la que se asienta la comunidad U’wa, que manifestó sus necesidades en salud y vías, señaló la entidad en un comunicado.
Según los aborigenes, la población requiere una vía que comunique su resguardo con Güicán, pues cuando hay necesidad de acudir al hospital, son entre 80 y cien los kilómetros que deben recorrer en precarias condiciones.
«La vía es lo esencial para nosotros», dijo uno de los indígenas, quien señaló que la población debería contar con jornadas de salud por lo menos cuatro veces al año.
Explicó que a veces los curanderos no pueden solucionar los problemas de salud de la gente y por eso es necesario acudir al hospital para que allí los atiendan y les suministren los medicamentos.
Días después del ataque, el Ejército de Liberación Nacional -Eln- admitió la autoría del ataque a una patrulla del Ejército que transportaba los votos de un resguardo indígena U’wa durante los comicios locales y regionales del 25 de octubre.
