Los herederos de los paramilitares son los principales violadores de DDHH en Colombia

Las Auc se desmovilizaron en el 2006 tras un proceso de negociación con el Gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe.

Foto: Cortesía
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Casi una década después del fin de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), los grupos nacidos de su desmovilización son los principales responsables de las violaciones de derechos humanos en el país, según un informe del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) publicado hoy.

Así se desprende del estudio, denominado «Desmovilización y reintegración paramilitar. Panorama postacuerdos con las Auc», que fue distribuido hoy por esta institución en Bogotá y que da una visión general de la situación de los antiguos paramilitares en Colombia.

Asimismo, subraya que entre 2008 y 2010 se sucedieron cruentas disputas en distintas regiones del país entre las diferentes bandas nacidas tras el fin de las Auc, por lo que consideran que hubo una «desmovilización parcial del paramilitarismo».

Entre ellas destacan el Clan Úsuga, liderado por el exparamilitar Dairo Antonio Úsuga David, alias «Otoniel», considerada la mayor banda criminal de Colombia y contra la que el Gobierno lanzó una ofensiva a inicios de año con el objetivo de descabezarla.

La presencia de esas bandas «es notable en más de 200 municipios» de los 1.123 del país y, pese a la persecución del Estado, «consolidan y mantienen una red de alianzas con impactos regionales, nacional e internacional», según recoge el informe.

Las Auc se desmovilizaron en el 2006 tras un proceso de negociación con el Gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe y más de 30.000 personas vinculadas a ese grupo paramilitar se integraron en los procesos de desmovilización, desarme y reintegración (DDR).

Precisamente ese es uno de los puntos que el informe pone en duda, ya que «se duplicó el número de sus supuestos integrantes», mientras «algunas estructuras y núcleos de las estructuras desmovilizadas permanecían en armas y en desarrollo de las mismas actividades».

Entre aquellos que se presentaron a los programas de DDR, «los márgenes de reincidencia delincuencial resultaron importantes», así como el de «grupos disidentes del acuerdo» alcanzado en las negociaciones con el Gobierno.

«En consecuencia, (se produjeron) márgenes apreciables de personas exparamilitares muertas de formas violenta, capturadas y condenadas por la justicia», agregó el informe.

En este sentido, el estudio destaca que se sucedieron numerosos hechos de violencia contra los desmovilizados y sus familias «en represalia por revelaciones hechas o que podrían hacer».

Según el informe del CNMH, que fue coordinado por su director Gonzalo Sánchez, se habrían producido unos 800 homicidios contra desmovilizados de las Auc ante la posibilidad de que desvelaran datos referentes a otros exparamilitares.

Los redactores del estudio también concluyen que las experiencias con las AUC están «en perspectiva de los nuevos pactos de paz con las guerrillas insurgentes».

Acerca de ElPalpitar.com y EFE

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