Según Corantioquia, el 66 % de los rellenos sanitarios en operación, finalizan su vida útil antes del 2020 y hasta la fecha, los municipios no han incorporado áreas potenciales para reemplazar estos lugares.
31 municipios de los 80 que hacen parte de la jurisdicción de Corantioquia depositan sus residuos de disposición final en los parques ambientales El Guacal y La Pradera, por lo que el principal reto para la corporación ambiental y la Gobernación de Antioquia es ampliar el número de rellenos sanitarios subregionales, que permitan la descongestión de estos lugares.
Esta y otras estrategias que se vienen adelantando en los municipios, hacen parte del convenio entre Corantioquia y la Administración Departamental para mejorar las condiciones ambientales de los 43 rellenos que hay en jurisdicción de esta institución.
Alejandro González Valencia, director General de Corantioquia, explicó que como parte de la intervención que se está haciendo en cuanto al tema, también se destaca la evaluación de los Planes de Gestión Integral de Residuos Sólidos-Pgirs, de cada municipio, que según el Decreto 2981 de 2013, deben estar actualizados antes de junio de 2015.
En cuanto al estado de los rellenos, el director manifestó que para solucionar los principales inconvenientes que se han identificado, no se requiere de mucha inversión, sino de una adecuada operación. “Encontramos que quienes están operando estos lugares no están capacitas, por lo que el convenio incluye esta formación, no solo a los operarios, también a los gerentes de Servicios Públicos y a los alcaldes”.
Municipios
En los municipios también han identificado los problemas que presentan sus rellenos en caso de tenerlos, o el manejo de los residuos sólidos.
En Soopetran por ejemplo, aunque cuentan con su sitios de disposición final y la licencia ambiental, no tienen los recursos para operarlo. Silvia Manrique González, Coordinadora del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos de este municipio, indicó que con apoyo de Administración y el Concejo Municipal en conjunto con Corantioquia están gestionando el dinero para habilitar nuevamente el relleno, ya que actualmente deben trasladar los residuos hasta La Pradera, lo que les sale muy costoso.
En el caso de Anorí, el problema es la falta de cultura de los habitantes para separar en la fuente. Gildardo Alonso Roldán, alcalde de la localidad, dijo que aunque se han realizado varias campañas e invertido dinero en este tema, siguen llegando muchos recursos aprovechables al sitio de disposición final.