La estructura hace parte de una finca que pertenecía a narcotraficantes, y ahora sirve para cuidar a los animales que esperan ser adoptados.
El pasado oscuro y turbulento de la finca La Rinconada en el municipio de Girardota quedó atrás con los programas sociales que se impulsan desde el lugar. Ahora, una parte del sitio está destinada a ser un albergue para animales abandonados que el municipio cuida mientras alguien decide brindarles una nueva oportunidad llevándolos a su hogar.
Con cuidados veterinarios, estrilización, vacunación y alimentos, la Alcaldía Municipal acogió a 50 perros que permanecían en la calle, además, en el lugar se adelantan jornadas de sensibilización con niños que aprenden sobre el cuidado del medio ambiente y las mascotas.
Otros programas de carácter social se han desarrollado en este lugar que fue acogido bajo la extinción de dominio por la Fiscalía, por ser parte de una red de propiedades que estuvieron vinculadas al narcotráfico durante los años 90. La finca comprende, entre otras cosas, una plaza de toros y establos que fueron destinados para el cuidado de los animales.
