Los fieles Rojos de los barrios antioqueños engalanaron sus cuadras con estrellas, banderas y el tradicional sancocho.
El Deportivo Independiente Medellìn se prepara para afrontar un duelo histórico y su premio será la sexta estrella para el conjunto, que pese a que se ha vuelto esquiva para El Poderoso, sus jugadores sueñan con dar la vuelta olímpica, por esta razón, sus hinchas y fieles de sus cruzadas, se preparan también en sus casas y barrios de la ciudad y en Itaguì.
Reuniones familiares, sancochos, banderas y cánticos, son los elementos indispensables para que los paisas acompañen a esta fiesta del fútbol que, de alguna manera, enviarán sus buenos deseos para que los «guerreros» de Leonel, salgan victoriosos del «Coloso de la 76».
Por su parte, Mario Arroyave y quien sus vecinos y familiares lo llaman «El Macocho», quiso dibujar sus esperanzas y alegrías por el equipo de su alma en una estrella, pero no una cualquiera, sino el futuro astro que podría estar llenando de júbilo al equipo y a la hinchada «Desde las nueve de la mañana estoy pintando la sexta estrella en la calle de mi cuadra, los hicimos rapidito porque el tiempo nos apremia y la fiesta roja se acerca».
Para «El Macocho» como para sus vecinos y personas que comparten el mismo clamor por ver al DIM campeón, confían en que el Rojo remontará y se atreven a dar un resultado, «vamos a celebrar con mucha gana y con mucha pasión y estamos esperando un buen resultado puesto que mi querido Rojo ganará 3 – 1 esta noche. Si esto ocurre y dios quiera lo vamos a festejar hasta el amanecer con mucho gusto», destacó Gloria Quintero, una madre quien en su casa ubicada en Belén Fàtima, la adornó con bombas y banderas.
Con cada minuto pasa, la gente empieza a emocionarse y muestran con orgullo sus banderas y adornos para que los vehículos y motos que pasen por su cuadra, se lleven una grata sensación de alegría, júbilo y exaltación, porque como muchos, esperan una final en paz y armonía.
«En estos momentos estamos confiados de que vamos a salir campeones, a voltear el resultado para posteriormente celebrar con mucha alegría y paz», declararon al unísono varios hinchas que se agolparon en una vía principal del municipio del sur del Valle del Aburrà, esperando el pitazo inicial.
Así pues, como dicen las madres y abuelas antioqueñas, «la mesa está servida» pero no solo de comida, sino de copas y compañía de aquellas personas que, como buen paisa, es invitado y anfitrión de la fiesta Roja, una celebración que brota con cada minuto que pasa y esperar la noche que llega.