Mao Molina nunca falta con su tanto en los encuentros ante su rival de patio.
El Deportivo Independiente Medellín se relajó y dejó empatar el partido 1 – 1 luego de haber dominado el juego ante Atlético Nacional, en un juego en donde la presión y las amarillas imperaron en el primer clásico antioqueño del año, con ambas hinchadas en el Atanasio.
El poderoso de la montaña salió a comerse la cancha desde el pitazo inicial y resquebrajaron la zaga verde con castro y marrugo. Hasta que el gol rojo llegó en el génesis del partido por intermedio del incansable Mao Molina, quien recibió un rebote de Armani tras un disparo de Caicedo.
Ante la calurosa tarde los verdes trataron de volcar la cancha a su favor con ganas y táctica, pero los rojos formaron un bloque para ahogar las opciones de gol de los visitantes con un Marlon Piedrahita bien parado y un Didier Moreno atento a las incursiones paisas.
Posteriormente, el juego se volvió un toma y dame, en donde ambos equipos circulaban el esférico en campos contrarios, ante la mirada incesante de los dos cancerberos, quienes estuvieron pendientes de cualquier intento de filtración a sus bases de operaciones.
En la segunda parte del encuentro ambas escuadras tuvieron un juego accidentado y sin llegadas a los campos contrarios, en donde la presión de los rojos predominó ante el toque toque que caracteriza a los pupilos de rueda.
No obstante, las llegadas más claras han sido de los visitantes por intermedio Alcatraz, Ruiz y en especial la de Berrio, a quien la suerte no le favoreció. Sin embargo, guerra inició la avanzada y se la dejó a Ibargüen que con buen movimiento embolató a la zaga para decretar el empate momentáneo.
Posteriormente el encuentro volvió a ser de presiones y muchas fricciones, además de las amarillas que fueron impuestas a los jugadores rojos, decretando de esta manera la paridad en el primer clásico antioqueño del 2016.
