El Ministerio de Defensa dio luz verde en materia de seguridad para el inicio del proceso de restitución en dicha subregión de Antioquia.
Siete veredas del Bajo Cauca antioqueño entrarán en el plan de acción de la Unidad de Restitución de Tierras a partir del 2016, según lo anunció la entidad, para poner en marcha el proceso de reparación sobre 150 solicitudes de restitución en la zona.
Las veredas Anará, de Cáceres; La Esperanza, de Nechí; y La Catalina, El Brasil, La Corcobada, Margento y La Ilusión, de Caucasia, serán los lugares donde la Unidad empezará a evaluar las solicitudes de supuestas víctimas por desplazamiento y despojo forzado.
Según Paola Cadavid, directora Territorial en Antioquia de la Unidad de Restitución de Tierras, la situación más compleja en materia de orden público se venía registrando en la vereda Anará, donde la presencia histórica de paramilitares, guerrillas y bandas criminales había impedido que se abrieran las cerca de 60 solicitudes de restitución del sector.
Sin embargo, el director de la Fundación Forjando Futuros, Gerardo Vega, señaló que, «en los últimos cuatro años, la situación de orden público no ha cambiado en el Bajo Cauca y apenas se da vía libre para que la Unidad de Restitución de Tierras haga los estudios correspondientes. Es un hecho que no tiene presentación».
Agregó que, si bien es un avance que se autorice los estudios de la Unidad en las veredas, esta medida no subsana la «evidente lentitud» con la que se está llevando a cabo el proceso de restitución a tierras.
«En Colombia, apenas hay un avance del 2.6 por ciento de la meta de seis millones 500 mil hectáreas a devolver; apenas van 187 mil», dijo Vega, quien añadió que el Oriente antioqueño es la subregión donde más fallos han salido favorables, en tanto que el Bajo Cauca es la zona donde hay menos trabajo desde la Unidad.
