Especies como tortugas, paujiles, ibis blancos, monos aulladores y los emblemáticos Manatíes, son las más beneficiadas con esta recuperación.
Los humedales y los recursos hídricos del Magdalena Medio antioqueño vuelven a la vida después de una ardua labor entre Ecopetrol, Cornare y Corantioquia, apoyados por las comunidades para recuperar estos ecosistemas y su vida al interior.
Antes de empezarse a ejecutar el plan de recuperación “Humedales de Vida”, estos terrenos morían lentamente por la erosión, las sequías y la ausencia de grandes especies que habitan este tipo de áreas, pero hoy vuelven a albergar vida, color y biodiversidad.
Para poder materializar estos resultados, se intervinieron más de 120 hectáreas de humedales de los municipios de Puerto Triunfo, Yondó y Puerto Nare; además de la reforestación de 70 hectáreas de bosque con especies nativas, todo esto con la ayuda de comunidades y asociaciones, quienes les pusieron sudor y mucho corazón para ver nuevamente a estas áreas llenas de vitalidad.
“La gran estrategia es haber trabajado con las comunidades que habitan y depende su sustento de estos ecosistemas, entonces ellos pueden vivir con un gran sentido de pertenencia por la ardua labor realizada en la limpieza y preservación de estos importantes lugares”, explicó el director de Corantioquia, Alejandro González.
Además del trabajo de recuperación de los humedales, la fauna silvestre también tiene un papel esencial en estos terrenos, por ello se lograron liberar especies de monos aulladores, maiceros y tortugas de río, especies que siempre están amenazadas por el cambio climático y el tráfico de fauna silvestre.
Por el lado del sostenimiento y desarrollo de las poblaciones ribereñas, se liberaron más de 500 mil alevines entre bocachico y dorada para que crezcan y se integren en los humedales, que garantizarán la alimentación de las familias por medio de la pesca artesanal.
“Este es el resultado de un trabajo que venimos haciendo con las distintas autoridades ambientales, especialmente de la recuperación de estas áreas, de gran importancia para nosotros“, indicó Jorge Alberto Rodríguez, jefe de la Unidad de Gestión Ambiental de Ecopetrol.
Para poder garantizar la integridad de los humedales y los resultados obtenidos, las comunidades se comprometieron a preservar estos recursos naturales y participaron en 80 talleres vivenciales para la adopción de prácticas más amigables con el medio ambiente.
De esta manera, las 170 hectáreas de humedales recuperados presentes en la cuenca baja del río Claro Cocorná Sur y en la cuenca baja del río Cimitarra, vuelven a tener una segunda oportunidad de belleza y majestuosidad, solo con el compromiso y dedicación de sus pobladores.
