Muhammad Alí falleció a sus 74 años años de edad, dejando una carrera histórica en el campo del boxeo.
Ni los aproximadamente 29.000 golpes que recibió lo derrotaron, Muhammad Alí se auto proclamaba como “el más grande” y nadie se lo refutó. Sin embargo, el golpe final, ese que espera a todo ser humano, fue el que le dio el nocaut, pues este viernes en la noche, a sus 74 años, falleció en un hospital de Arizona, Estados Unidos, después de 24 horas de haber sido ingresado.
Alí ingresó al centro médico de Phoenix con fallas respiratorias y a eso se suma que el campeón mundial padeció el mal de Parkinson en los últimos años de su vida, lo que hacía que su condición fuese más delicada aún.
Muhammad Alí será recordado por diferentes cosas, la primera será su exitosa carrera como boxeador que le mereció gran cantidad de títulos, pero también por momentos polémicos, como la vez que se negó a prestar el servicio militar estadounidense en plena Guerra de Vietnam, por objeción de conciencia, argumentando principios provenientes del Islam.
Esa lucha le valió su título mundial del momento, una condena de cinco años en la cárcel (salió en libertad bajo fianza) y tres años y medio alejado del ring, pero también el hecho de que su osadía sea recordada como heroica.
Y es que a pesar de ser un hombre muy rudo, Muhammad Alí destacó a lo largo de su carrera por su activismo social, luchando contra el racismo, ayudando a quienes sufrían su misma enfermedad (Parkinson) y defendiendo los principios del Islam.
Hoy, el mundo lamenta su muerte, entre ellos personalidades del boxeo como Manny Pacquiao, Bob Arum, George Foreman, Oscar de la Hoya, Don King, entre otros.