Una docena de personas murió en barrios populares de Caracas (capital de Venezuela), en tanto que en varios puntos del país se registraron saqueos y violaciones a la propiedad privada.
Venezuela amaneció conmocionada este sábado por el incremento en el número de víctimas fatales por los enfrentamientos de carácter político entre el gobierno actual, encabezado por Nicolás Maduro, y la oposición, que controla la mayoría de la Asamblea Nacional del vecino país.
Si bien ninguno de los dos bandos confrontados se ha responsabilizado por los hechos, se ha podido determinar que, por lo menos, 20 personas han fallecido por causa de las protestas, movilizaciones civiles y el accionar del Estado frente a los casos violentos.
Aunque las manifestaciones comenzaron desde hace tres semanas, cuando el Tribunal Supremo venezolano le retiró y devolvió, en un lapso de 48 horas, los poderes a la Asamblea Nacional (de mayoría opositora), apenas en las últimas 48 horas se han exacerbado los ánimos (Lea también: Tribunal Supremo devuelve poderes a Asamblea Nacional venezolana).
Dicha determinación, achacada a Maduro por los opositores, ocasionó una serie de manifestaciones bajo la bandera de «defender la democracia», liderada, entre otras personas, por el gobernador Henrique Capriles y Lilian Tintori, esposa del líder opositor Leopoldo López.
No obstante, las protestas se salieron de control desde el pasado jueves, cuando se registraron los primeros enfrentamientos entre manfiestantes y la Guardia Nacional, a la cual se le ha inculpado de disparar y reprimir con violencia las marchas (Amplíe: Se agudiza crisis en Venezuela con protestas en fecha conmemorativa).
Sin embargo, el día de ayer se anunció que en una noche particularmente violenta fallecieron, en primera instancia, once personas. Al amanecer de este sábado 22 de abril, la cifra ya había aumentado a 20, de acuerdo con cifras oficiales.
Y es que, al caer la noche del viernes, en diferentes puntos de Caracas se denunciaron enfrentamientos que mantuvieron en velo a gran parte de la población. Al parecer, hombres motorizados fuertemente armados han estado recorriendo las calles causando pánico entre los habitantes, mientras que fuerzas estatales dispersaron protestas en las localidades de Petare y Palo Verde, al este de Caracas.
De acuerdo con Henrique Capriles, la culpable de las muertes y las acciones violentas, que ahora incluyen saqueos en el centro de Caracas, es «la cúpula madurista, con sus esbirros, con sus grupos paramilitares».
Sin embargo, el vicepresidente del vecino país, Tareck El Aissami, culpó a los opositores y además los acusó de estar planeando, con terrorismo de por medio, un golpe de estado.
Ya once estados de Latinoamérica, además de la Unión Europea y la ONU, han solicitado al gobierno de Nicolás Maduro garantizar las protestas pacíficas, aunque el oficialismo culpó de forma directa a la oposición por instigar la violencia, como en el caso de la marcha chavista de esta semana, que convocó a cientos de miles de personas, al igual que su símil de la oposición.
Además, el gobierno de Venezuela señaló que agentes internacionales están auspiciando la violencia, según la canciller Delcy Rodríguez, por estar «alineados con planes intervencionistas del Departamento de Estado de Estados Unidos».