“El mejor medio para hacer bueno a un niño es hacerlo feliz” – Óscar Wilde, escritor irlandés.
Un grupo de amigos oriundos del municipio de Cañasgordas y denominado “Los de Cañas”, se encargó de pintar sonrisas en los rostros de más de 170 niños de las veredas San Luis del Café, Llanogrande y Paso Arriba, en Cañasgordas, y Santa Teresa, en Abriaquí; lugares en los que con juegos, concursos, rifas, cantos, almuerzo, kits escolares y regalos navideños, los pequeños pudieron disfrutar de un día lleno de sorpresas y felicidad, como se lo merecen siempre.
“La felicidad es de nosotros poder estar acá con ustedes, son ustedes el motivo de todo esto y de que muchas personas nos quisieran apoyar para traerles este día de felicidad a ustedes”, afirmó Gabriel Jaime Mazo, líder de la iniciativa y quien con este tipo de bienvenidas saludó a los pequeños presentes.
En las veredas San Luis del Café y Llanogrande, de Cañasgordas, una masiva asistencia engalanó el evento con la presencia de más de 90 niños quienes hicieron las veces de anfitriones y de festejados, pues para ellos se organizaron unas actividades lúdicas y recreativas que involucraban también a sus padres, en un panorama de integración en el que sobraron las sonrisas.
“La gratitud es inmensa, de ellos hacia nosotros por los regalitos y las actividades en las que se divirtieron, y de nosotros hacia ellos porque sin conocernos nos acogieron, nos llenaron de su cariño, se integraron y juntos pasamos un día inolvidable”, destacó de su lado, Carlos Arteaga, otro de los jóvenes implicado en la iniciativa.
Por su parte, en la vereda Paso Arriba del mismo municipio, 50 pequeños dejaron el alma en sonrisas y dispusieron sus corazones para alegrar la tarde de los presentes. Ni el fuerte sol ni el cansancio por el desplazamiento hasta la escuela, que en algunos casos implica caminar más de una hora, fueron obstáculos para que su presencia hiciera la fiesta en el patio de su centro educativo.
“Muchas gracias por venir, por estas acá, por hacer todo lo que hicieron por los niños. Ellos se merecen todo esto y que se acuerden que existen porque hacen parte de una comunidad un poco olvidada y que no es muy unida”, afirmó una emotiva Luz Elena Vallejo, líder de esta vereda de Cañasgordas.
Finalmente, el cierre de la jornada de tres días se realizó en escuela de la vereda Santa Teresa, de Abriaquí. Allí, más de 30 niños se robaron los corazones de los presentes con su alegría, humildad y cariño. Ellos cantaron, bailaron, saltaron, jugaron hasta el cansancio y luego, después de la diversión y un suculento almuerzo, disfrutaron de los regalos que les servirán para afrontar el año escolar con útiles nuevos y valiosos, y con los que se podrán entretener en sus ratos de descanso.
En Santa Teresa, “Los de Cañas” se encontraron con talentos musicales y deportivos, que representados en pequeños cuerpos, descrestaron a los presentes y gratificaron aún más la jornada, misma que se cerró con abrazos de amor, de corazón, de bondad, abrazos de gratitud y que enlazaron almas llenas de ternura para brindar.
“Muchas gracias por todo lo que hicieron por nosotros, por los juegos, los concursos, los regalitos que estaban muy hermosos. Ustedes no se imaginan lo felices que nos hicieron hoy con todo esto”, comentó Lisenia Vargas, una pequeña estudiante de Santa Teresa, quien con su ternura y emotividad se destacó en todas las actividades que se realizaron.
En total, más de 200 personas se vincularon a esta iniciativa de 18 jóvenes quienes buscaban a través de ella, devolver un poco a su municipio por intermedio de quienes más lo necesitan y quienes más lo agradecen.
“Al margen de los regalos y los detalles dados, lo más importante fue integrar a las comunidades, pues por mención de las misma, supimos que era difícil reunirlas y con esta iniciativa se logró eso que ellos mismos reclamaban”, destaca el comandante de la iniciativa, Gabriel Jaime Mazo.
Al final, en medio de sonrisas y la gratitud de ambas partes por el derroche de amor, quedó ratificada la frase contundente del escritor irlandés Óscar Wilde: “El mejor medio para hacer bueno a un niño es hacerlo feliz”.
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