Los habitantes de la Comuna 13 han luchado durante años con el estigma de violencia que carga Medellín y se concentra en sus periferias.
Ubicada en la carrera 97 con calle 43 del barrio San Javier, Casa Kolacho se consolida cada vez más como un espacio destinado a la reivindicación de la cultura Hip Hop, en un contexto social que ha permeado la vida de cada uno quienes allí se reúnen.
El lugar funciona como escuela de grafiti, tornamecismo, canto, baile, fotografía y producción audiovisual; además, cuenta con un estudio en donde varios artistas de la ciudad adelantan sus producciones musicales y con una tienda en la que se encuentran prendas de vestir y aerosoles, entre otros elementos.
“Este es un lugar de puertas abiertas que nosotros nos tomamos el atrevimiento de adecuar para reunirnos y compartir”, expresó ‘Chavo’, uno de los líderes del proyecto, quien manifiesta que todos trabajan por igual para sacar adelante la iniciativa.
En Casa Kolacho se reúnen personas de todas las edades que, a través del Hip Hop, le apuestan a la reconstrucción del tejido social de la ciudad, a partir de sus acciones y el trabajo por la unidad social.
Por los ‘pasos que no son en vano’
Aunque la sede oficial de Kolacho se inauguró en marzo de 2014, desde el año 2009 funcionaba la escuela de Hip Hop en la Comuna 13 de la capital antioqueña. El motivo: Un homenaje a quién fuese la inspiración de sus compañeros.
En el año 2009 Héctor Pacheco “Kolacho” salió de su hogar pero no regresó con vida para cuidar de su hijo recién nacido. Sus amigos y colegas del grupo C15 quisieron rendirle homenaje y continuar con su legado a través de la escuela.
Las clases que se brindan en el sitio son completamente gratuitas y no existe un mínimo o un límite de edad para quienes deseen aprender más sobre música, baile o producción musical en compañía de estos artistas que exaltan lo mejor de sus comunidades.
Casa Kolacho, un referente en Medellín
Aparte de la cantidad de personas que se han beneficiado con los cursos y talleres de Casa Kolacho, sus trabajos han trascendido a las zonas barriales de otras comunas y se han trasladado a diferentes ámbitos productivos de la ciudad.
Empresas del sector privado han contactado a los miembros del colectivo para realizar trabajos de activación de marca a través de sus grafitis y puestas en escena.
Recientemente, fueron los encargados de intervenir los techos que entregó la Alcaldía de Medellín en colaboración con Pilsen a 110 familias de escasos recursos de la comuna 13 al occidente de la ciudad, lugares donde también quedó plasmado su arte y amor por lo que hacen día a día para compartir el legado de quien los inspiró.
