16 días tardaron las labores de rescate de los doce mineros que perdieron la vida en la emergencia que se registró en la mina carbones La Cancha, en el Suroeste de Antioquia.
En dos semanas aproximadamente, tiempo que tardará la identificaciòn en Medicina Legal, serían entregados a sus familias los cuerpos de los doce hombres que murieron en la tragedia minera que se registró el 30 de octubre en el municipio de Amagá.
Una vez las autoridades forenses terminen la identificación, se procederá a realizar el sepelio colectivo, tal y como lo solicitaron los familiares de las víctimas, en el cual se les rendirá un homenaje a estas personas, quienes trabajaban todos los días en esta mina para llevar el sustento a sus hogares.
Ayer en la tarde, los organismos de rescate recuperaron el último cuerpo de los mineros, el cual fue entregado a la Sijin, de la Policía Judicial. Carlos Mario Aristizábal, director del Departamento Administrativo de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres-Dapard, informó que con la culminación de la operación de rescate, se procedió al desmonte de los equipos y operativo que se instalaron para atender la emergencia.
En cuanto al proceso de rescate, el funcionario resaltó que fue una labor muy exigente para todas las instituciones que participaron por las condiciones especiales y características de la zona, como la falta de ventilación y la presencia de gas metano, que debieron superarse para recuperar los cuerpos, razón por la que la operación tardó 16 días.
16 días de incertidumbre
Las autoridades reportaron la emergencia el pasado 30 de octubre a las 5:00 de la tarde aproximadamente, luego informaron también que doce personas quedaron atrapadas en la mina La Cancha, como consecuencia de la inundación de la mina. Desde que se conoció que los mineros estaban estaban dentro del socavón tanto las autoridades municipales, departamentales y algunos familiares reconocieron que las probabilidades de encontrar a estas personas con vida eran mínimas.
Razones como que la mina tiene muy poca ventilación, que los mineros estaban aproximadamente a 1.000 metros de profundidad y que la operación de rescate era muy riesgosa, fueron las que redujeron la esperanza de recuperar a estas personas con vida, por lo que desde ese momento personal de la Cruz Roja le brindó atención psicosocial a las doce familias, para sensibilizarlos frente a la tragedia.
Carlos Iván Márquez Pérez, director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres-Ungrd, resaltó que desde el momento de la emergencia el Dapard, en coordinaciòn con la Alcaldía de Amagá y la Agencia Nacional Minera adelantaron las acciones logísticas para agilizar la operación de búsqueda.
Después de superar dificultades como la eliminación del gas metano y al extracción del agua que inundó la mina, los organismos lograron rescatar los doce cuerpos, para aliviar un poco el dolor de las familias, que ahora podrán despedir a sus seres queridos.